La mañana marginal



Al bulto colorado, acurrucado cómo un temeroso animal,
cautivado por el miedo a los palos y al desdén.
Al verde pasto del potrero (aun verde)
de cinturones marginales, sobre el cual reposaba
el rojo cuerpo ovillado,
tembloroso...más rojo
- a la mirada mezquina que rechazó-

Bajo el cielo límpido de una mañana estival
algún cuerpo de rojo vestido, temblaba de miedo
 una mirada lo golpea con decidido silencio.
Un nombre nunca dicho. Un hombre mezquino.
En el bajo de flores,
florecen carmines temerosos de cautiva belleza,
de inexplorada marginalidad.
(La Boca, un sueño que recuerdo por violento y visual, 2013, el duro invierno que pasó)

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