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Los otros

El que vive allí, conmigo, es otro. La arquitectura del centro se desmorona y esa habitación con cortinas que ondulan con la brisa nocturna, la perfecta piel...y estaba equivocado. La escena se desmantela, aquella era la realidad, la otra. Alguien, como en una usurpación de cuerpos invadió mi vida. Mostrándome el goce, rumiando ficciones dejando fragancias, nocturnidades. Una vez, fue un campo de luciérnagas encendidas, ellas dejaron su ausencia en mi. Ahora, tengo la sensación de los fantasmas, la traslúcida evanescencia de las apariciones, la certeza indestructible del error. Lo que era otro, lo extranjero es mi mismidad por eso ... los otros siempre son otros.

El trabajo

"ciertas presiones altas vienen girando" Subí hasta la noche, estaba conmovida por ellos; habían ingresado en la vida  plagando de miradas el territorio. Habían envuelto  una danza que nombra el porvenir en redes en las que lo invisible se inmiscuye por el centro de tu boca. Sólo fue preciso estar allí; y compartir el delicioso banquete  que ofrecía el tiempo de estar juntos, cada hora, cada vez...hasta mañana. Quiero esto que nos convoca el intento de decir qué hacemos acá; el intento cuando se escapa tu voz ; cada nombre que habita esta explosión de sentido.

Veda

Miraste de reojo el regocijo de la piel y diste un portazo ante la amenaza. Tocaste la temperatura adecuada y tus ojos descansaron de placer; miraste como si estuvieras bajo la sombra templada atravesada de sol. Como sí, recostado en el silencioso bosque que resuena de agudas voces espirituales. Todo eso miraste. Cuando tocaste su piel, tocaste el recelo. Cuando viste un gesto complaciente se levantaron los jueces que comparan lo que tuviste frente al eco-hueco de la incertidumbre. - y claro, siempre gana el temor, parcialmente o por completo- . Eso, nadie devuelve a otro los años de coraje por encontrarse. Y ahora esas evocaciones no te dejan ser. Entonces heriste, tuviste que hacerlo, y fuiste herido por una mirada. Y fue perdiendo la voz, se fue apagando su firmeza para hundirse en tu dolor de extravío. En ese mismo momento, cayó el follaje de la sombra, cayó de invierno, cayó de reseco. No miraste más, se había instalado la fiereza territorial del desdén. ¿Qué importa? Todos

ventanas

Estoy en el colectivo, con la cabeza reclinada sobre la palma de la mano, la temperatura de la piel me recuerda que aquella vez, consideré que era necesario un relato, había vivido cosas magnificas en aquel lugar con ventanas al mar. Eramos artistas y bailábamos, cantábamos, inventábamos historias para encantarlos. Un compañero contó "La leyenda del tambor", una escalada hacia la luna; subí hasta allá. En sus palabras la noche fue profundamente azul y la luna inmensamente grande, clara, flotando, suspendida entre el viento que empezaba a rozar el cuero. ¿Qué entendiste? Me hablaste de la corriente eléctrica, dijiste que un cable y otro -positivo/negativo- la necesidad de la tierra y la ofensa. ¿Creíste que me estaba burlando? Quise llevarte hasta la luna como me llevaron a mi. Entonces te puse esta misma mano, que ahora sostiene mi cabeza, a serenar tu pecho. ¡No había agravio! Así deseo contar las noches, ahora que veo mi obra en otras manos y es pre

Río de hielo

Río de hielo, como un velo deja ver una sombra que habita en lo hondo detrás de gélidas transparencias. Movimiento de las profundidades contenido en la frágil superficie. Sensaciones que, en el cuerpo, arremeten con violencia visceral. - un latido grave se acerca- El esternón se hunde; ondular en el abismo, y los pájaros se funden con la piel de la tarde mas quisiera planear las nubes y sobrevolar terrazas envuelta en la noche de azul, de enero. - imperceptible cambio- Bombas, ladrillos-meteoritos. La realidad se impone manifiesta, fue una demolición de vacío, de guerra. Fue una noche en la que hizo falta encender las luces de alguna soledad y compartir el reparo, el agrado de mirar lo que aún... sigo en pie. -derramarse fuera, calma pos-apocalíptica.

Prejuicio

Pensaba que hablaba con vos,  acudió a mi una angustia irreversible. Pensaba que ya iba a pasar ,  que tal vez al dormir pueda dejarlo pasar. Estaba pensando que mi cuerpo no iría a soportarlo  y entonces seria definitivo. Tomaría la forma de su ser. No se...estando dentro y fuera. Dejaríamos en soledad siempre Acudiríamos luego Y entonces también habría cambiado el mundo.

Festejo

Integrar los márgenes. Eso se hacer... Sospechaba lo del prejuicio, Padecía el propósito. Tenía una finalidad que se adelantaba, el sentido arriba! Arriba de arribar, de estar llegando  No de quedarse. Mirando por el rabillo del ojo,  cerraste el rostro, ¡Arriba el sentido!  De...¡aguante el sentido!; de vitorear el sentido. Me asumía el presente  y dejaba que circulen  en la azotea los presagios;  los funestos y los auguriosos. ¡Qué dancen los contrarios! ¡Qué se permitan confundirse, mas no fundirse! ¡Qué se funden y se erijan colosales! Presagio la vida cayendo en alto vuelo.

Extra

-Construir procesos internos, habitar la existencia. Sabes, eso es lo que pasa. La potencia inconmensurable de estar frente al deseo y charlar con él. Yo sé, vos sabes. Y el amor es empezar a despertar a sabiendas; asistimos a un deterioro irrevocable, tan cierto como la muerte cuya presencia intuyo en todo. ¿Qué otra cosa es este otoño, que seca viejas florescencias?. ¿Quién sabe lo que hemos de ser? Hubo la palabra y un sinfín de anhelos de sol revivieron donde antes... tuvo que morir un sueño. Percibo la mansedad de lo diáfano, como elegir lo que se quiere. Percibo la integridad de lo diáfano, decir-te, la palabra materializa hace emerger lo sepultado en vida.

Tiempo

Hace algún tiempo bailaba y algunas veces me deslizaba en el aire, se iban superponiendo las capas del tiempo, en un cuerpo acaparado de tiempo, de formas de vivir el tiempo. Hace unas horas me deslizaba en pasillos del tiempo, de una forma de vivir el tiempo. Hace unos minutos me deslizaba entre esta hora y ahora...estoy en el tiempo con esta forma de acudir al tiempo ...a tiempo, ahora.

Magnolia

Aprendo en el cuerpo; inscribiendo sensaciones en esta materia perfectible. El olor a café que emana su tarde (deja que acompañe). El bretel rojo que ilumina los espejos (deja que acompañe). ¿Y la lluvia de la otra mañana? ¡Hay acuerdo!...luego de tanta confrontación, una pausa que no es quietud, que es espera, que no es silencio pero deja oir. /El presente sigue siéndolo todo/

Otoño

Tuve un sueño que ocultaba su rostro; ofrecía su boca para besarla y luego se escondía como escapando, como si aquello no hubiese pasado. Desfilaste tu forma corpórea frente a mi, con un halo que...gris, gris, marrón, amarillo y azul. Luego el verde, siempre el verde.

Enfrentamiento

Cuál es la verdad? cuál es la verdad? no hay la verdad, no hay la verdad toco mi delito, me quema mi verguenza una soledad irreparable viene desde afuera encuentros en la laguna, en la puerta, en el patio, en la calma. Los ratos en soledad son refugios de la existencia, ante la impotencia de saber, que sucede de todos modos tan a pesar de la voluntad, tan sorprendente tan lo que si y lo que no.

Anhelo de adoquin II

Porque tuve la sensación de estar perdiendo la medida Descubro que son los otros que ponen en sentido a esto que pasa. estar afuera estar adentro Tiempo Tuve la sensación de estar navegando en la nebulosa atmósfera de mi misma. conozco este cuerpo desconozco este cuerpo

Flotar

Redundancia, el rostro encendido.   La contemplación abraza al silencio y permanezco dentro hasta que puedo. ¿Hasta cuándo debo guarecrme? Me preparé todo el día para salir, el aire y la lluvia me entran, me resguardan de los excesos de soledad.

Anhelo de adoquín.

Tengo la sensación de estar desvaneciendo en la tierra  y la necesidad de estar flotando en el agua. Da vueltas en mi  la idea del amor que toca tengo la idea de no poder con él . Vivo el anhelo y el temor profundo desvanezco en la noche desahuciada de afecto. El humo difumina el presente esta espera lánguida Capas, transparencias, mi encuentro solitario Amor y debilidad.

El yo poético

Pequeños relatos, aunque ella siempre terminara siendo yo queriendo tomar distancia. Añoro el otoño, me lo recuerda el sonido de las hojas que resecas se han caído. -¿Cómo estás? Ahora que te observo, estás muy hermoso- Los pequeños relatos, viento, la mañana, caminando con el presente, entrelazándose lo único, lo inasible con la repitencia; lo posible con lo prisionero; el otoño con el verano. El otoño ofrece un viento templado con pinceladas de tibieza y el sonido peculiar de las cosas al moverse y rozarse. Los relatos pequeños transitan durante la noche ficcionando los propios devenires. Anoche, en la madrugada, miraban por la ventana, una mujer con su hijo, el sopor los había desvelado, los colchones-caldera. Era una noche de febrero y el cielo se estaba iluminando de humedad. Ellos miraban, a través de las ventanas abiertas, ellos miraban la cortina de agua que comenzaba a caer, el faról de la calle, el árbol de la esquina. -Mirá la lluvia- Y el niño fue entregando el cue

En la puerta

"Sobre  a tarde " Algunos datos del lugar: -Que crecen flores amarillas -Que los niños aman la naturaleza -Que en el sol hace calor y en la sombra hay viento -Que las personas somos cambiantes -Que hay un perro, dos perros- transitan, es su casa. Del árbol al sol. - Que la subida es difícil -Que bajar es fácil -Que crecen flores. Rojas, naranjas, violetas, espinosas, plumerillos... -Que los árboles son altos, firmes, arriba se entrelazan, son cálidos, antiguos, frescos, vitales. Dan ingreso a la luz, se sacuden con el viento, son morada de las aves, son esponjas, son del agua, del viento, de la tierra, son del fuego, el hogar y el progreso. No son eternos, son del lugar, son extranjeros. -Que el agua es fría, porque se deshiela, se desliza desde la montaña, zigzaguea, marcando un surco, un camino donde habita el hombre. Llega a la costa, allí un niño juega. -Que en la costa del río que baja del hielo acumulado en el alto-helado de la montaña... hay p

En casa

Llegamos y había fiesta. Yo estaba cansada de desaparecer, de no escribir en primera persona por miedo al narcisismo. Cansada, por haber realizado un gran esfuerzo en abrazar lo otro como disfraz. A la alegría de verles se le adicionó la realidad, la de quienes somos. Como en un partido de quemado, en el recreo largo, esperando que me elijas en tu equipo. ¡ Qué me elijas! no quiero quedarme al final, en el último puesto de los que hacen el esfuerzo. Todo este esfuerzo que hago para ser vista. ¿Qué quiero que escuches?