Los otros

El que vive allí, conmigo, es otro.
La arquitectura del centro se desmorona
y esa habitación con cortinas que ondulan con la brisa nocturna,
la perfecta piel...y estaba equivocado.
La escena se desmantela,

aquella era la realidad, la otra.

Alguien, como en una usurpación de cuerpos
invadió mi vida.
Mostrándome el goce,
rumiando ficciones
dejando fragancias, nocturnidades.

Una vez, fue un campo de luciérnagas encendidas,
ellas dejaron su ausencia en mi.
Ahora, tengo la sensación de los fantasmas,
la traslúcida evanescencia de las apariciones,
la certeza indestructible del error.

Lo que era otro,
lo extranjero es mi mismidad
por eso ...
los otros siempre son otros.

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