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Observación

La palabra observación, no! no es una palabra, un poco después es palabra, observación es acto, una acción. Puedo decir verbos como correr, pero me parece que la observancia no alcanza a definir observación. Puedo decir mirar y de todos modos no alcanza a definir lo que me implica decir observación, hacer observación. Me implica a mi, implica a un otro, implica distancia, implica un estado. Porque mirar puede suceder de todos modos, abrimos los ojos y miramos y vemos aunque sea de manera confusa. Pero observancia me implica una predisposición a algo, observar para comprender, la voluntad... eso implica. Un acto voluntario de deseo de entender lo otro con mirada atenta y durativa. No uno y luego otro, sino al mismo tiempo la observación, como posibilidad de abrir canales para que lo observado se articule con las leyes de lo propio, sin ignorar que sucede simultáneo a la observación de lo que no es si mismo, con distancia, a su vez abierto a suceder con el otro. Eso podría ser amor.

De la voz

Asì, de este modo, parece ser que vivo. Quizás la soledad, el estar concentrada, las puntualidades. Nos acercamos mientras vamos tomando algunas distancias, nos alejamos para poder estar más cerca de otros. Mirame a los ojos no siempre los amorosos . ¿Era necesario? Pero allá, en el futuro próximo, si la existencia me lo permite, voy a nadar en un rio y tal vez, sí  hay despertar voy a nadar en un mar, entonces, tan sólo quizás pueda mi alma reposar, flotando, mirando al sol con los porvenires abiertos de toda la expresión que no anuncia la palabra. ¿Querré? El cielo es siempre un regalo, una noche que consagrada indicó la luna y un alerta por las maravillosas, por la única vez, por la demasía, por los soles despreciados en su manera de nacer, por el error, precisados de silencio, fue imperativo callar para no maldecir. Alguien que retira la palabra, retira la voz, la sensación muscular del llanto, recorriendo los bordes, fue imperativo callar para dormir. La voz pertenecía a la n

OPHELIA . 13 DE OCTUBRE

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RAMAL 2011 Primera muestra . Octubre

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La  mano quedó suspendida, fue la única manera de comenzar. ¿ Qué sensación de opresión nos puede exigir el hecho creativo? Y digo exigir, por una necesidad de supervivencia, poner en los límites de lo sensorial; Un grito demandado. Pierde importancia la investidura, no es lo que sale a enfrentar a un otro, en esta inagotable fuente de recursos , ¿quién dice? Lo que sale al encuentro dibuja el contorno de una expresión;  ¿me oprimo cuanto tu te liberas? Yo me libero cuando puedo comprender las leyes de tu posibilidad. Quiero ser afectado en el mundo, la decisión es ir al encuentro de las subjetividades que a veces dicen de un grito engullido,  y en la expectación nos recordamos nuestra condición, irremediable  condición. La piel pregunta por tu borde, y un pacto que se establece entre el que afecta y el que es afectado cuya condición (de pacto) se da en la legalidad que permite mirar lo propio como a un otro. Mercedes Osswald

Ophelia Invierno. El rito de Ophelia

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Pájaro

Cuando mirabamos de niños correr el río, mirabamos correr el tiempo; observadores inescrupulosos, desatentos al quejido de la piel bajo el sol; desobedientes tirapiedras jugando al deporte nacional frente al río que manso devoraba las piedras ovaladas que lanzabamos; expectantes, boquiabiertos, atentos solo a ese punto dibujado en movimiento sobre el rìo. Que vuelo rasante, que suave deslizamiento el de tu danza oval sobre el río de piedras. ¿Y será que el río es de piedras ovales? ¿y será que de engullir, de hurtar del aire las piedras brotaron las aves que vuelan rasantes ? Buscando las preciosas piedras que en los mejores años fueron los ojos de la desobediente infancia- proyectados proyectiles-...Hacía adelante, uno...dos...tres...cuatro y un día no vimos hasta donde llegó el disparo. ¿Se habrá dormido en el río ? Cauce matutino del color de la infancia sorprendida a la orilla de un ave que será de la piedra el rio. ¿Y será del ave la tarde? Ella susurra recuerdos, como

Ophelia. Foto: Natalia Rodriguez Dacunto

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te llevaste el sol

hoy a la tardecita te llevaste el sol... Hoy el cielo se volvió  plomizo. Y comprender que es también posible ver las copas de los árboles agitarse. Quebrar cuando sea preciso, dilucidar... lo que es preciso. Recortar para definir, no obviar el corte; Mostrar el sentido de la falta; es en esa dirección en la que se puede mirar con avidez de devorador, de deseante indeclinable. Entonces...somos un país, una república dentro de una república.  Comemos manzana en la mañana, perseguimos el sol hasta en el techo. Buscamos, por todos los lados de la casa, que es el país de estos tiempos. La casa que es el espacio que contiene espacios que son mundos posibles de verdad y tan ávidos de rompimiento, de fractura. Bordes de riesgo que en lo más sanador de esta existencia- en este país -son bordes sembrados con rosas carnosas. Vamos cociendo, usando lo que hay habiendo, transformándolo. Qué más que nosotros mismos? Que más inmediato que el cariño de ser querido, la buena

Ophelia, reverso

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de la luz ( escuchar el tema al final de la lectura así al menos me sucedió a mi)

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El silencio precedió a la palabra. Ví el día hoy?  lo recuerdo, casi olvidaba el color resaltado por el gris. El silencioso anuncio de la palabra, la que estaba por acudir, no es lo mismo. Una cadena de brazos entrelazados te vuelven real, la posibilidad toma un camino, las miradas caminan entre las sombras- fantásmagoria de lo indecible- los pasos, la manera de avanzar, la inmanencia es real. De qué manera? la pregunta es respondida en el acto de pensar la posibilidad. La resignificación es real, no encuentro nada más real que las sensaciones... de lo que se puede hablar es de una percepción, de una pequeña porción de sensibilidad sin la cual  no hay mirada, no hay acto. Qué son los actos? quizás una breve devolución, una espera en el mundo que se vuelve afectada. Uno espera en el mundo - la inmanencia reseña en la espera - el cuerpo es una acto, es el único acto real, ser cuerpo es tener la posibilidad de ser afectado .Por que hay cuerpo hay mundo y no caos, nos ordenamos desde el

4 de junio

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El terrible acto de explicarse, de decirse a si misma. quién puede entenderlo? Si todos podémos sentir como algunas veces nos doblamos, nos partimos entrando en diálogo con dos realidades simultáneas mas no sustítuibles unas por otras. Realmente creo que todos estámos un poco doblados- no sólo ella, que ahora es de lo más visible, porque está asustada, agazapada en un rincón sin saber como, de que manera debe actuar, no sabe de nada, no entiende - todos estámos algo partidos, que se anime quién a decirme que no pelea eternamente con una interioridad o una exterioridad que se desenvuelve en absoluta oposición a algo, quién se somete? No, lo que ya no se puede creer es en la gente que se dice a si misma con tan absoluta claridad, como mínimo  sospecho de los que afirman declamando, desconfío de la gente que derrama alegría sin antes observar alrededor, me harto de las repeticiones estériles de quien se llama a si mismo un pensador; me hastío de la falta de gracia para reírse de uno mism

Magnolia - Primera Muestra

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"Ophelia"

Bajó la mirada, él

La otra tarde, estabamos por bailar, había algo intenso en el ámbiente. A veces es dificil describir con las palabras claras lo que el cuerpo en una mirada expresa como vehemente comentario de lo que vibra entre los espacios que se abren. Los espacios cuando se van abriendo van desnudando mundos nuevos, revelan miradas insospechadas, las bocas cuando se abren dicen de manera nueva, sorprende cuando las manos se expresan y cuando casi sin decidirlo nos expresamos juntos, se sorprenden mis pasos al percibirlo. Pero no se....  quiero contar los vaivenes de mis sensaciones que se inundan de cualquier cosa que las mueva. Yo fui subiendo despacio la mirada, sabía que en breve, en el recorrido comprendido entre las diez baldosas restantes y tu cuerpo de padre habían tan solo unos segundos, quizás unos acordes que venían a cuento de sacar afuera el drama escrito por otro antiguo, trágico, anacrónico; más acá hacia el presente, vívido, actual, contundente. El drama de los ojos, yo veía trasluci

Por Pocho Alvarez

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MAGNOLIA

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Magnolia

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Oxígeno

Las mesas configuran este espacio. La gente conforma  mesa.  Los títulos anuncian mesas. Los cuerpos con formas de mesa. Las manos, apoyadas en las mesas, los codos en las mesas. Los rostros aplastados contra las horas, aplastadas en las mesas, apelmazadas en la abúlica inercia de no tener sentido dentro de un espacio conformado por mesas. No soy no soy no soy. Me resisto a ser de este modo, no soy mesa! Me niego a tu estúpida cuadratura, a tu inflexible forma de sostener. Repudio el hecho de que las mesas quieran someterme a su espacio donde mi cuerpo se coloca incómodo y en rígidas formas que quieren ser yo. Quieren las formas de mesa adueñarse de mi pensamiento, de la mirada. Y de las mesas que sirven de sostén del dinero que se  enaltecen  por hacerse acreedoras de mi tiempo. Mesas acreedoras, parasito, mesas usureras. Pobres mesas estériles que no pueden dejar de mirarme con su tabla repleta de objetos  que pueblan el mundo con la fantasía de abrocharse al tiempo en papeles fl

hayalgo. MAC, Salta, 9º Encuentro de Danza y Performance, 2009

¿Es esto proceso?

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Se reanuda el valor del instante y comprender lo TODO de una vez y no poder explicarlo.  -Av. Montes de Oca, otra noche violácea, las nubes se aglomeran, se van densificando, dando un matiz diferente, hay algo de tranquilidad, se dibuja un piso mojado con los charcos que recuerdan el recién caído chaparrón- el aire se me va pegando en la cara, en los brazos, la música anuncia que esa sensación formaría parte del proceso.  Cuanto se puede explicar de esto? Y sin embargo, allí, anida el germen de una danza. Y sin embargo un segundo está gestando un nuevo motivo. Tan preciso momento, tan inasible sensación de vida. Esto está pasando, el aire resuena, atraviesa, se inmiscuye por todo espacio, atraviesa los lagrimales, la nariz, las orejas, debajo de los brazos, en el espacio entre cráneo y la columna, detrás de las rodillas, golpea en la sien, entre los dedos. Se me pega esta humedad en la piel y yo salto de vida, de ganas de decirte, ESTA PASANDO AHORA, ACÄ, no encuentro las

que decir del cerro

Quería decir del cerro, del arroyo, del anhelo por ver tantos ocasos; al descubrir juntos lo nuevo la sonrisa acude al rostro. Cada uno define el aire, el sol, se acerca al agua; las piedras proponen espacios que serán río o reposo; serán estribo o siesta mineral. Son a su vez las preguntas y las respuestas, en la  observación, allí es donde quiero estar, saberme en la espera. Ese ejercicio que amenaza la ciudad. Una pausa en el tiempo, la ruta se fuga; el horizonte, hacia el final tantas ganas de llorar... Tardamos demasiado en llegar aquí y tan llena de vanas ilusiones.