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Mostrando entradas de mayo, 2013

Si seco un llanto

Pero otra vez la sed infinita de sacarmelo todo de encima, no quería, quería, despertate, decí algo que me tranquilice que me saque de esta incredulidad de todo ya se, ya me lo habías comentado nada era posible pero continuaba, obstinan dome en quererte, porque? eras vos y no eras vos, era yo multiplicándome en las paredes de un cuarto de caducidad inmediata irme, por toda solución, retirarme de las sensaciones de todas esas mañanas en las que mirar para afuera me abandonaba, irme, irme, irme escribir las mañanas irresueltas. Creía estar probandolo todo, por una mínima sensación de descanso! por un rato de creer que si, que es posible, que nada en el llanto justifica las horas inverosímiles, porque tampoco existen tales horas. Porque tu recuerdo igual se iría perdiendo en tardes otoñales, porque tus ojos irían tornándose ocres al tiempo de las pisadas de las maquinales horas despertadas, tan nuevo, tan viejo... estaba cansada, hastiada de seguir y seguir rondando las mi

Colección de antiguedades

Desde estos cuadrados de tela hacia aquellos cielos plomizos una fabrica humea cerca nuestro el tren atraviesa desvencijado Miramos apoyando la cabeza sobre el vidrio, colgando un techo; tocamos los cuerpos desconocidos cada pensamiento es el paisaje Podríamos ser soledades trasladándose, rebotando en las paredes de un continente. Llorando desaparecidos entre la desesperación por llegar y la intensidad de sentirse. Bailando, tocando algún borde, ....cerrando los ojos, subiendo y bajando escaleras, invisibles, volando entre coches, devastando edificios desdoblados, ahora el tiempo podía encontrarnos sobrevolando algún río y ejercitar la espera subidos a un trayecto que nos devele el cuerpo traslado, concreción Un viejo coche celeste y blanco, lustroso, grande y preciado se extraviaba en mi, no estaba en la cuadra de mi casa no estaba de ahora en más y acudían a la noche cerrada, húmeda y antigua algunas manos que a través del amor podían sostener. La noche se