Las manos

Estaba recostada la madera
fundiéndose con la tierra
a punto de encenderse
o casi cerca de guarecernos.

Ya sucedió en la roca,
el encuentro mineral
despertó en los ojos
la necesidad de las manos.

Primero fue existir
              (de algún modo)
y fue siempre esa respuesta.
La invisibilidad mudó humildad
por toda arrogancia adquirida.

Puesto que no había una forma
habrían sido diseminadas
               (ideas del mundo)
y aparecían las ventanas señalando la nada
- si dejas el mundo secundado a la mirada-.

Los vacíos yuxtapuestos.
El  mundo no es pre-existente
atisbo de realidad-es
para dejar de contemplar universos hundidos.

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