La memoria del cuerpo

La realidad también debe formar parte del oscuro sitio
donde las experiencias son crípticos silencios.
-No encuentro un pensamiento
-No hallo reflexión
Experimento este cuerpo sin urgencia
con un miedo acuciante.
Debo dejar de deber
Tuve miedo de quedar sin historia,
temí quedar suspendida
ya no crecer
ya no estar muriendo.
Pensé en las pieles que quise devorar.
Recordé una calle mojada,
en invierno,  en la Boca...
y abrí la puerta de mi casa,
me des-hice allí dentro,
me hice en la noche sin amenaza.
Pre-siento, detrás de la ventana.
Tuve miedo de perder la memoria
y de seguir resistiendo
de abrazarme al palo de luz,
a la tormenta,
Y aun así,
permanecer adherida a catacumbas lúgubres
donde moran hombres sin alma, lívidos.
Tuve miedo de seguir resistiendo en esa cuadra
de vías de tren enlodadas y nocturnidad.
Pre-siento lo que pasa allí,
pero no experimento.
Me voy a quedar en la ventana hasta que me crezca el verde,
voy a deslizarme por las paredes hasta contaminar los ladrillos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crisis

Haedo

tres momentos