¿Sobre la firmeza del sol?
Quién serías, qué estarías haciendo...
pues partiste de la noche para llegar
llegar al tiempo de se diluye en sí mismo
(muy a tiempo)
para arribar al sueño que encierra novedades
novedades de espacios contrapuestos
habitados, deshabitados
inmensa soledad, contra-cara
del tumulto arrumbado bajo las lámparas.

Y de la danza casi inmóvil de las hojas...
quise decir de tu mirada volcada al silencio
derramado, vuelto palabras
silencio en los ojos que contemplan lejanías
agudeza de las palabras que calan
y aun así no ingresan
al mundo conmovido
por el movimiento de las noches tardías
tardías de sueño y tempestad
tardías de espera por un silencio
que vuelve palabras
la noche en que los brazos se antojan.

Finalmente había perdido la noción del mar
incipiente, despuntaba la hora espiralada
las hojas concebidas, lo panales,
el invierno perpetuado en un surco
que abierto a los desastres naturales
contemplaba,
allá la tibieza asomada en el profundo horizonte,
venidera de los días primeros de verde
delicadeza, de suave baño de luz en los poros
de la piel antojada de otra piel
te respiré con toda la noche, la mañana
la tarde, el no tiempo,
la ventana
te respiré...esa noche preludio de sol.





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