MENTA

Por que lo que ves es lo que hay....
No dejes de querer, de querer, de querer, porque lo que ves es lo que hay,
Seguï viajando sola.
Supe de nada de nada de nada, quise construir verdades, carentes de de referencia, construí con pedazos de una tela, con herrajes viejos, construí porque los otros me hablaron, pedazos de mi que se deshacen cayendo por las viejas paredes de mi corazón. Seguí construyendo hondos caudales de nada, de nada, de nada....las ganas solo de nadar, de mirarme y ver, de decirte gracias. Construí un dibujo con una birome prestada que nunca iba a ser mía, yo tenía un pedazo de lapiz que atesoraba dentro de un bolso que me había regalado alguien que ya no estaba entre los vivos de mis sensaciones. Construí amistades con pedazos de las telas de los otros que ya eran del pasado que ya habían sido pedazos de mis lapices amanecidos en un sueño que tenía los pedazos de mis casas cayendo bombardeadas de ladrillos que caian detrás de la infancia. Construí las letras con pedazos de las letras de los otros que no sabían que yo estaba deseosa de ser algo aunque sea fragmentario, quería ser algo... y ahora se me caen los pedazos mal pegados de mi cuerpo que pieza a pieza se desprende de lo ajeno aunque propio pero de otros, aunque a veces mío pero en verdad tuyo. Y volaba deshaciéndome de lo ajeno, pero yo era de lo ajeno, mi construcción. No te digo nunca màs esto es mìo, todo es tuyo, yo solo pego, armo, extraigo y miro eternamente los atardeceres y construyo de nuevo un tiempo cambiante inapropiado de vastedad, siempre dentro de otro, nada es mìo, solo mi mirada profunda, honda, inexplorada. Yo me pierdo, te vuelvo a mirar, no sos mio, mio no hay mio, yo no soy yo, yo soy de todos un pedacito, un detalle que extraído y puesto al lado del pedacito de la birome que me prestaste, ahí, justo al lado del rojo, del púrpura que soñé desée (encantado cordel) al lado de tus palabras mágicas que supieron articular las noches, junto a los espejos que me dijeron que veían en mi, refractando lo infinito de un mundo perecedero. Yo soy un hueco donde lo ajeno encuentra lugar, soy una quebrada, soy un profundo pozo de agua donde te puedes mirar. Buscá dentro mío algo tuyo y lo vas encontrar, yo lo contengo por que yo no soy, digo yo pero es todos, pedacitos, notas, relatos, un brazo que se extiende, ese dedo que no es tuyo, y atardece cada día buscando la mejor expresión del universo, quiere hasta mejorarse el cielo en su concurso de atardeceres arrogantes que sólo podemos mirar con la roca abierta. Prefiero oler la mente, detectar los sonidos que reconozco por que me lo mencionaste al caminar, detecto a los otros todo el tiempo haciendo un collage infinito de  mi, me desarmo buscando tu amor. Prefiero salir en busca de menta, del verde creciendo en las entradas de las puertitas, yo fui oscura en un mundo inútil, mundo que crece sin menta... sin fresca, reconfortante y suave ¡MENTA! .No... yo soy un pedacito de hija que arranque de una maceta que encontré en un viaje, justo antes de perderme entre las calles innominadas en las cuales por fin, después de mucho andar, con el alma cansada de andar, de buscar, pude reconocer el olor a vos, retacito en el corazón. Yo supe algo, yo supe de la poesía, poesía era esa tarde que no llovía ninguna desesperación, media tarde que devuelve los retazos a sus sueños, conmovido paseo por el mundo en busca  de mentas y jenjibre y lavandas y margaritas silvestres (al costado de la húmedad)  reverdece lo que encuentre mientras caminamos, voy buscando la menta de mi mente paseando por los pedazos de mi cuerpo, escaneando las formas de los paisajes reconocidos de las tardes en que VIMOS, al ver al amigo, al hermano mirar con los ojos más claros. Y me vi pedacito de esa ola barrenada por ese cuerpo que tampoco a él pertenecía supimos contruir idiosincrasia para poder búscar una menta, ¡una pequeña ramita de menta! para poder caminar descalzo  y trepar con las ramas un cuerpo, para tocar con los ojos de los lapices prestados un sentimiento, para regalar con lo enmudecido de mis palabras el viento de mis hombros y decir con cada fragmento de mi existencia, para decir, yo siento, yo te siento.

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