Para Laura
Una mañana de lluvia, Buenos Aires, primero fue constitución, Laura me pide que lleve la cámara de fotos, el subte C y luego la linea D, Belgrano, hablábamos con amistad y con deseo de ver el mundo en un aula, la veía a ella aprendiendo, en sus ojos, me contaba que se había acercado a la poesía, me contaba lo que estaba viviendo de la sensación de extravío de los primeros días y de lo lindo que era haber hallado en el devenir de las clases un momento simple e inesperado, que había podido captar la atención de alguno de los chicos, de los primeros días ocupando un espacio diferente en el aula. Sentí esa mañana el tiempo, la luz del aula, las puertas del aula, siempre se ve a través de un vidrio -desde que fui a una escuela vi la lluvia caer y la luz gris de esas mañanas entrando por la madrugada de la vida-. Sentí el hechizo del trabajo compartido, hoy también es un día de esos pero es de noche y me acuerdo que quiero dar para el trabajo de Laura, una impresión de esa mañana,...