Si seco un llanto
Pero otra vez la sed infinita de sacarmelo todo de encima, no quería, quería, despertate, decí algo que me tranquilice que me saque de esta incredulidad de todo ya se, ya me lo habías comentado nada era posible pero continuaba, obstinan dome en quererte, porque? eras vos y no eras vos, era yo multiplicándome en las paredes de un cuarto de caducidad inmediata irme, por toda solución, retirarme de las sensaciones de todas esas mañanas en las que mirar para afuera me abandonaba, irme, irme, irme escribir las mañanas irresueltas. Creía estar probandolo todo, por una mínima sensación de descanso! por un rato de creer que si, que es posible, que nada en el llanto justifica las horas inverosímiles, porque tampoco existen tales horas. Porque tu recuerdo igual se iría perdiendo en tardes otoñales, porque tus ojos irían tornándose ocres al tiempo de las pisadas de las maquinales horas despertadas, tan nuevo, tan viejo... estab...